miércoles, 14 de octubre de 2009

OJITOS

Mis rejas se quieren cerrar tras las repercusiones de una gran desvelada,
mis lentes estan empañados, quiero descansar, dormir, dejar de trabajar. Al fin termina mi turno después de mirar por horas hoja tras hoja de libros viejos. La imaginación me reemplaza, las imagenes se hacen abstractas y amorfas para mi jefe, sus sueños son exaltaciones de imagenes que yo le enseñe durante el día. Descanso placenteramente hasta la mañana siguiente, cuando abro las rejas de nuevo, me encuentro fresco, lubricado, listo para proyectarle a mi jefe el panorama diurno y después el nocturno, con acontecimientos alegres, chistosos, tristes y agobiantes; la mayoría son irrelevantes pero algunos pocos se quedaran dándole vueltas en su cabeza hasta el día que yo me muera.

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